Travesía de Groelandia Sur-Norte 2002


El promotor del proyecto Trineo de Viento, Ramón Larramedi, es consciente de que el vehículo necesita ponerse de nuevo a prueba para pueda ser aceptado como medio de transporte en las tierras polares, razón por la que prepara una nueva travesía de Sur a Norte de Groenlandia, siguiendo la ruta que abrieron el año anterior, y que se convertirá en una de las más transitadas en los inicios del siglo XXI por los expedicionarios de todo el mundo. Repiten récords del año anterior.

En esta ocasión, Larramendi aumenta el grupo a tres personas: él mismo, Carlos Mengíbar y Roberto García Lema. Este aumento de la tripulación permite que los turnos sean más espaciados y, por tanto, mejore la recuperación física de los pilotos. La cadena de televión AXN, a la que pertenece García Lema, participa en el patrocinio de la travesía.

Tras reparar los raíles y travesaños del trineo en Nasarsuaq, el equipo parte hacia del glaciar de Qaleraliq. En esta ocasión han introducido nuevas mejoras al rebajar el peso que lleva el catamarán e incorporar una tienda más grande para su alojamiento.

En este viaje, por primera vez, logran avanzar teniendo viento en contra en superficie (del norte), aprovechando la rotación de este viento a una mayor altura, pero aún así tardan días en tener viento favorable. Por vez primera, Larramendi encuentra grietas en el hielo a más de 2.000 metros de altitud y lejos de la costa, posible evidencia del aumento de las temperaturas.

La travesía, con una temperatura media de 19 grados bajo cero, resulta más sencilla que las anteriores, una vez superados los primeros 200 kilómetros. En las etapas llegan a sobrepasar los 383 kilómetros al día y logran evitar la zona de los sastrugis gigantes. Aunque rompen algún raíl, logran repararlo sobre la marcha.

Una vez en las montañas de Thule, escogen una ruta diferente a la del año anterior, bajan por el glaciar Tuttu Glestcher. Logran superar grietas y crestas verticales sin que el Trineo de Viento se rompa, aunque finalmente una grieta oculta acaba con el vehículo, que se incrusta en el hielo. No les queda más remedio que serrar el catamarán en dos y continuar arrastrando lo que ya son dos trineos hasta la costa, hasta llegar al municipio de Qaanaaq.

Han tardado 33 días en cruzar Groenlandia de Sur a Norte a bordo de un catamarán movido por el viento, recorriendo 2.408 kms.. Los resultados son muy importantes: han superado la media de velocidad del año pasado, han podido navegar a 90 grados de la dirección del viento y  han podido establecer y seguir turnos de pilotaje.